El Virus Mortal de la Farándula Cristiana

El Virus Mortal de la Farándula Cristiana
Por J. LEE GRADY editor de Charisma Magazine Traducción y adaptación: Arturo Perales

Algunos predicadores altivos demandan trato de estrellas de rock. Si el apóstol Pablo estuviera entre nosotros el día de hoy quizás los apedrearía.

Justo cuando pensaba que nosotros los carismáticos ya habíamos recibido suficiente abuso de los ministros egomaniacos en medio nuestro, he visto como algunos de nuestros líderes están llevando las cosas a un nuevo extremo. Nos hemos movido más allá de las alfombras rojas, limosinas y glamur de los noventas. Una nueva cepa del virus de la farándula está esparciéndose en grandes sectores de la iglesia.

“¿Cuál es esta enfermedad esparciéndose en el cuerpo de Cristo? Todo lo que se es que Dios está contristado por toda esta carnalidad vergonzosa”.

Una amiga de Texas recientemente procuró que un prominente predicador hablara en una conferencia suya. El asistente del ministro, le mandó por fax una lista de los requerimientos que tenían que cumplirse para poder agendar el compromiso de presentarse a predicar. Las demandas incluían:

• Honorarios de cinco cifras
• Un depósito de $10,000 dólares como deposito de combustible para el avión privado
• Un manicurista y estilista para el predicador
• Una suite en un hotel de cinco estrellas
• Un auto de lujo del aeropuerto al hotel (año 2004 o más nuevo)
• Agua mineral Perrier al tiempo

Esto hace que me pregunte como le hacían el apóstol Pablo, Timoteo o Priscilla en Éfeso, Corinto y Tesalónica. ¿Como sobrevivieron sin manicurista si se rompían la uña al orar por los enfermos?

Me alivió el saber que estos requerimientos de los predicadores de la farándula cristiana en el 2007 no incluían un equipo de guardaespaldas armados – porque me gustaría saltar dentro de sus rolls royce y decirles algunas palabras.

Se pone peor, si lo pueden creer. En una conferencia Carismática en la costa este recientemente un pastor se paró en la plataforma frente a una gran multitud y descaradamente anunció que el invitado era “más que un apóstol”. Entonces el anfitrión pidió a todos que se hincaran ante la persona, declarando que esta postura era necesaria para desatar el poder de Dios.

“¡Esta es la única forma en que puedes recibir este tipo de Unción!” el anfitrión declaró, postrándose ante el predicador. Inmediatamente cerca del 80% de la audiencia se postró en el suelo. Los pocos que estaban incomodos con el extraño control espiritual del auditorio se salieron o se quedaron parados en una protesta silenciosa.

Así que ahora pienso que no es suficiente con alimentar el ego de un predicador de la farándula cristiana, también se nos requiere adorarlo.


Y Aparentemente en algunos lugares tienes que pagar bastantes billetes para poder siquiera hablar con éste. En una ciudad del sur, un predicador famoso es conocido por pedir dinero para poder asegurar una sesión de consejería de cinco a diez minutos. En ministro usa el pasaje de proverbios 18:16 “El dar regalos le abre camino a un hombre, y le conduce a la presencia de los grandes.”, para apoyar esta practica bizarra. Se sabe que algunos dan más de $1,000 dolares por una corta reunión.

La gente con salarios fijos no pueden solicitarlo. (Eso incluye leprosos, limosneros ciegos, mujeres samaritanas o cualquier otro relegado por la sociedad que fueron bienvenidos y sanados por Jesús sin cobro alguno)

¿Qué le ha pasado a la Iglesia? ¿Cuál es esta enfermedad esparciéndose por el cuerpo de Cristo? No se a quién culpar más por ello: Al ministro narcisista que tiene sed de atención, o las multitudes ingenuas espiritualmente que pone a estos arrogantes en sus tambaleantes pedestales. Todo lo que se es que Dios está contristado por esta vergonzosa carnalidad.

Que tanto nos hemos apartado de la fe auténtica neotestamentaria. Pablo, que llevó la unción de un apostol, pero que se describía a sí mismo como un esclavo en cadenas, le dijo a los tesalonicenses, “Tanto es nuestro cariño para vosotros que nos parecía bien entregaros no sólo el evangelio de Dios sino también nuestras propias vidas, porque habéis llegado a sernos muy amados.” (1 Tes 2:8)

El cristianismo del Nuevo Testamento es humilde, abnegado y auténtico. Y aquellos que llevaban la verdad no predicaban por ganancia egoísta o para suplir una necesidad emocional de atención. Que Dios nos ayude a dearraigar los falsos apóstoles y falsos maestros que están haciendo a la Iglesia enfermarse con sus herejías centradas en el hombre y enfocadas en el dinero.