Destaca la Barra Nacional de Abogados Cristianos que tanto el comisario ejidal de Atlixtac, Guerrero, como el titular de la primaria en la comunidad de Zopilotepec, se han puesto de acuerdo para despojar a los miembros de la Iglesia Metodista
María de la Luz González
El Universal
Ciudad de México Martes 01 de julio de 2008
00:22luz.gonzalez@eluniversal.com.mx
La Barra Nacional de Abogados Cristianos denunció que el director de la escuela primaria en la comunidad de Zopilotepec, municipio de Atlixtac, Guerrero, amenaza a niños que profesan la religión evangélica de que los quemará con velas o focos encendidos si continúan asistiendo a los servicios del templo que tiene en la localidad la Iglesia Metodista de México.
El organismo aseguró que el comisariado ejidal, Teodoro Vázquez Rodríguez, y Amador Ortega Galindo, director de la escuela primaria federal "Josefa Ortiz de Domínguez", se han puesto de acuerdo para despojar a los miembros de la Iglesia Metodista de su templo y construir una capilla católica en ese sitio.Las amenazas y el hostigamiento a los menores fueron notificados por el pastor metodista Manuel Acuña Velázquez.
Por su parte, integrantes de varias congregaciones cristianas evangélicas de esa y otras comunidades aledañas en la zona de La Montaña han presentado una queja ante autoridades educativas del estado de Guerrero, por considerar que las amenazas atentan contra los derechos humanos, la libertad de culto y los derechos de al menos unos treinta niños de la escuela primaria.
Guerrero es uno de los estados donde más se violan las garantías individuales de los cristianos evangélicos en el país, afirmó el vocero de la Barra de Abogados Cristianos, Oscar Moha, quien destacó que el pasado mes de febrero fueron expulsados de su comunidad al menos 10 familias de la comunidad de Chiepetlán, en el municipio de Tlapa de Comonfort, por profesar una fe distinta a la católica.
Los cristianos debieron abandonar sus casas, luego de que en una junta, a la que asistieron autoridades estatales y federales, se acordó despojarlos de sus tierras por no cooperar económicamente para las festividades religiosas locales, manifestó.
Tras dejar la comunidad, los evangélicos fueron amenazados de muerte en caso de regresar al pueblo.
Explicó que hasta la fecha, ninguna autoridad federal, local, o municipal ha intervenido para apoyar a estas familias y garantizar la libertad de culto que consagra a los ciudadanos la Constitución mexicana.
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