Estudiando sobre el tema de la autoridad del creyente y la lucha espiritual, me doy cuenta sobre dos extremos en cuanto a este tema. Por un lado existe la tendencia a minimizar la lucha que sostenemos, he escuchado a algunos decir que todo nuestro problema es la mente o la carne, o que tenemos una lucha solo contra nuestros pensamientos, la maldad solo es una fuerza impersonal absracta contra la cual debemos oponernos, es cuestión de solo renovar nuestro entendimiento, con esta postura sistemáticamente se niega cualquier operación del enemigo diciendo que él está completamente destruido, esta posición es basada en este pasaje:
Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo,
(Heb 2:14 RV60)
Tal versículo ha sido tomado sin todo el contexto del Nuevo Testamento, pareciera decir que el diablo cesó de existir, no obstante este pasaje debe interpretarse a la luz de toda la palabra. La realidad es que significa que Satanás fue despojado de su autoridad por el Señor Jesucristo.
En Colosenses 2:14-15 la Palabra nos revela que los principados y potestades fueron despojados de esa autoridad y humillados públicamente. Satanás está derrotado, vencido y aun destruido (venido a ser nada segun el griego), pero esto no quiere decir que sea un enemigo ANIQUILADO o que haya cesado de existir.
La biblia nos da muchas advertencias acerca de Satanás, sus demonios y su esfera de operación, si bien Satanás no posee más su antigua autoridad pues Jesús lo despojó de ella, aun es un ser maligno rebelde a la autoridad de Dios. Legalmente el diablo se encuentra vencido, derrotado, destruido, pero por fe debemos ejercer ese derecho que Jesucristo nos ha dado sobre el enemigo para que lo legal se convierta en algo real y vital en nuestra vida, así la la derrota de satanás no será un asunto meramente judicial sino que su derrota sea algo vital para nosotros.
Por otro lado tenemos cristianos que ven demonios en todas partes y hablan de la lucha espiritual o guerra espiritual como si fuera el único tema de la palabra de Dios, se van a extremos no bíblicos al grado de creer que el diablo puede poseer a todos los cristianos.
En siguientes entradas en este blog, expresaré mi sentir sobre estos dos extremos y traeremos en balance bíblico al respecto, la palabra de Dios es lo que nos debe regir y no revelaciones nuevas que supuestos maestros de la fe estén propagando por ahí.
Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo,
(Heb 2:14 RV60)
Tal versículo ha sido tomado sin todo el contexto del Nuevo Testamento, pareciera decir que el diablo cesó de existir, no obstante este pasaje debe interpretarse a la luz de toda la palabra. La realidad es que significa que Satanás fue despojado de su autoridad por el Señor Jesucristo.
En Colosenses 2:14-15 la Palabra nos revela que los principados y potestades fueron despojados de esa autoridad y humillados públicamente. Satanás está derrotado, vencido y aun destruido (venido a ser nada segun el griego), pero esto no quiere decir que sea un enemigo ANIQUILADO o que haya cesado de existir.
La biblia nos da muchas advertencias acerca de Satanás, sus demonios y su esfera de operación, si bien Satanás no posee más su antigua autoridad pues Jesús lo despojó de ella, aun es un ser maligno rebelde a la autoridad de Dios. Legalmente el diablo se encuentra vencido, derrotado, destruido, pero por fe debemos ejercer ese derecho que Jesucristo nos ha dado sobre el enemigo para que lo legal se convierta en algo real y vital en nuestra vida, así la la derrota de satanás no será un asunto meramente judicial sino que su derrota sea algo vital para nosotros.
Por otro lado tenemos cristianos que ven demonios en todas partes y hablan de la lucha espiritual o guerra espiritual como si fuera el único tema de la palabra de Dios, se van a extremos no bíblicos al grado de creer que el diablo puede poseer a todos los cristianos.
En siguientes entradas en este blog, expresaré mi sentir sobre estos dos extremos y traeremos en balance bíblico al respecto, la palabra de Dios es lo que nos debe regir y no revelaciones nuevas que supuestos maestros de la fe estén propagando por ahí.
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