La Biblia y las Imágenes del Catolicismo [Parte I]
Por | Moisés Pinedo |
Las imágenes religiosas ocupan un lugar especial en los corazones de los miembros de la comunidad católica. Los devotos las honran, veneran, suplican, bendicen, exhiben, besan, compran y venden. No es un secreto que la mayoría o todos los edificios de la Iglesia Católica están llenos de imágenes. El catolicismo declara que “[e]s correcto mostrar respeto a los retratos e imágenes de Cristo y Sus santos, ya que estos son representaciones y conmemoraciones de ellos” (O’Brien, 1901, p. 175).
¿Son las imágenes del catolicismo solamente imágenes “inofensivas”, como las fotografías de familiares que muchos guardamos en nuestras billeteras? ¿Autoriza la Biblia el uso católico de imágenes religiosas? Se debe responder estas y otras preguntas con una Biblia abierta, no con emociones subjetivas o tradiciones de hombres.
“¡NOSOTROS NO ADORAMOS, SÓLO VENERAMOS!”
Una vez, cuando hablaba con una católica muy devota que usó la palabra “venerar”, le pregunté: “¿Cuál cree que es el significado de la palabra ‘venerar’?”. Ella no pudo responder la pregunta. Había usado esta palabra frecuentemente, pero no sabía su significado. Por ende, la primera pregunta que debemos responder es: ¿Cuál es el significado de la palabra “venerar”?
El Diccionario Conciso de Oxford registra la siguiente definición de “venerar”: [C]onsiderar con gran respeto,...del latín venerat-venerari ‘adorar, reverenciar’” (Pearsall, 2002, p. 1590, énfasis añadido). El Diccionario Webster da las siguientes definiciones para “venerar”: adorar, reverenciar..., mirar con sentimiento de profundo respeto; considerar como venerable; reverenciar” (1964, p. 1616, énfasis añadido). El Diccionario Espasa de Sinónimos y Antónimos lista los siguientes sinónimos (entre otros) para la palabra “venerar”: adorar, honrar, reverenciar, idolatrar, exaltar, etc. (1996). Finalmente, el Diccionario Cofrade del catolicismo señala la siguiente definición para la palabra “venerar”: “Adorar a Dios, a los Santos y a las cosas sagradas” (2005, énfasis añadido).
A través de la etimología y sinonimia, podemos ver claramente que un significado principal de la palabra “venerar” es simplemente “adorar o reverenciar”. Adicionalmente, note que el Diccionario Cofrade del catolicismo aplica la palabra “venerar” a Dios y a las “cosas sagradas”. Por tanto, cuando el partidario del catolicismo insiste, “Nosotros no adoramos, sólo veneramos”, él está realmente confirmando que los católicos adoran imágenes de la misma manera que adoran a Dios.
Lo cierto es que se ha sustituido deliberadamente la palabra “adorar” por “venerar” para excusar la práctica politeísta del catolicismo. Ya que muchos no están familiarizados con el significado de la palabra “venerar”, esta palabra ha llegado a ser un argumento principal en defensa de la iconografía religiosa. Pero si el partidario del catolicismo solamente abriera su diccionario y mirara el significado de la palabra que usa tan fortuitamente, su argumento favorito pronto desaparecería como la neblina de la mañana al levantarse el Sol en un día de verano. De hecho, la misma etimología y uso correcto de la palabra “venerar” expone el error de la iconografía. Nosotros estamos completamente de acuerdo en que los católicos “sólo veneran” (i.e., adoran).
¿Pero qué acerca de respetar a las imágenes? ¿Son las imágenes de los supuestos “santos” y los objetos “sagrados” dignas de respeto? ¿Qué dice la Biblia? Al hablar de las imágenes hechas con propósitos religiosos, Éxodo 20:5 advierte: “No te inclinarás a ellas, ni las honrarás [i.e., no les mostrarás cualquier tipo de respeto, servicio o adoración]” (cf. 1 Juan 5:21). A pesar de la advertencia divina, algunos en la comunidad católica insisten: “[S]i alguien se arrodilla simplemente haciéndolo como un gesto de respeto o cariño, no tiene nada de malo” (Zavala, 2000, énfasis añadido). Parece que algunos partidarios de las imágenes religiosas leen el versículo de esta manera: “No te inclinaras a ellas, excepto para brindarles respeto y cariño”. Sin embargo, ¡tal enunciado no se encuentra en la Biblia! Dios condena hacer imágenes con el propósito de “veneración”, reverencia, respeto o cariño religioso.
En el fondo, ¿a quién creeremos? ¿Creeremos a Dios quien nos dice, “No te inclinarás delante de las imágenes”, o a gente religiosa que nos dice, “No tiene nada de malo”? En el principio, Dios advirtió: “[P]orque el día que de él comiereis, ciertamente morirás” (Génesis 2:17). Pero la serpiente dijo a la mujer: “No moriréis” (Génesis 3:4). Todo estudiante de la Biblia sabe muy bien lo que le pasó a la primera pareja humana que escuchó la voz de la serpiente que le garantizaba que todo saldría bien. Muchos religiosos modernos deberían tomar en serio el mandamiento divino en cuanto a Quién debemos obedecer, ya que ¡desobedecer los mandamientos de Dios tiene mucho de malo!
“¡IMÁGENES SÍ, ÍDOLOS NO!”
El Diccionario Conciso de Oxford sugiere las siguientes definiciones (entre otras) para “imagen”: (1) “una representación de la forma externa de una persona o cosa en el arte; (2) una impresión visible que se obtiene por medio de una cámara, telescopio u otro artefacto; (3) una persona o cosa que se parece mucho a otra; (4) una semejanza; o (5) un ídolo” (Pearsall, 2002, p. 708, énfasis añadido). Al definir la palabra “ídolo”, el mismo diccionario señala lo siguiente: (1) “una imagen o representación de un dios que se usa como un objeto de adoración; y (2) un objeto de adulación” (p. 706, énfasis añadido). Existen algunas diferencias entre una imagen y un ídolo. Una imagen puede ser una fotografía, un retrato, una comparación, una figura en la televisión o una pieza de arte. Sin embargo, es importante notar que una imagen también puede ser un objeto de adoración (i.e., un ídolo).
Algunos (que tienen buenas intenciones) argumentan que “todas la imágenes son ídolos”. Pero si este es el caso, entonces se pudiera acusar prácticamente a todos de ser idólatras, ya que la mayoría de personas tiene al menos una fotografía de alguien en su billetera, cartera o en su pared. Teóricamente, se pudiera acusar a Dios de “idólatra”, ya que Él hizo al hombre a “imagen y semejanza” Suya (Génesis 1:26-27). Pero este no es un argumento legítimo. En realidad, algunas imágenes son ídolos. La persona que desea agradar a Dios debe examinar las Escrituras cuidadosamente para determinar qué imágenes (ídolos) debe rechazar. Veamos la enseñanza bíblica concerniente a los ídolos.
Un ídolo es cualquier imagen a la cual se brinda reverencia y honra religiosa
Éxodo 20:4-5 dice: “No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás” (énfasis añadido). Muchas veces, el partidario de la iconografía religiosa argumenta que las imágenes que el catolicismo promueve no son ídolos, ya que no representan a dioses paganos, sino a personas “santas”, y, en algunos casos, al Dios verdadero (vea Rojas, 2000). Sin embargo, el texto en Éxodo no apoya tal argumento. Dios condena cualquier imagen (sea de un dios pagano o del Hijo encarnado de Dios) hecha con motivo de adoración u honra religiosa (cf. Hechos 17:24-25,29). Dios se aseguró que no lleguemos a tales interpretaciones erróneas al decir: “No te harás imagen...de lo que esté arriba en los cielos...ni abajo en la tierra...ni en las aguas debajo de la tierra”. Entonces, la pregunta llega a ser, ¿qué imagen, diseñada con motivo de adoración u honra religiosa, no estaría limitada por estos parámetros? ¿Son las imágenes católicas, las cuales son “veneradas” y honradas, representaciones de lo que está en el cielo, tierra, agua o debajo de la tierra?Un ídolo es cualquier imagen que no merece la honra religiosa que se le brinda
Cuando el diablo tentó a Jesús en el desierto, le dijo: “Todo esto te daré, si postrado me adorares” (Mateo 4:9). A esta tentación, Jesús respondió: “Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás” (4:10). Con este enunciado singular y escritural, Jesús clarificó al enemigo de los cristianos que solo un Ser merecía tal consideración y adoración. El punto de Jesús no fue que el diablo no merecía adoración por lo que era (i.e., un espíritu malo condenado al infierno), sino Su punto fue que el diablo no merecía adoración por lo que no era (i.e., el Dios soberano sobre toda la creación).Algunas personas piensan que Jesús condena la adoración dirigida al diablo simplemente porque el diablo es intrínsecamente malévolo, pero que autoriza la adoración a seres “benévolos” (aunque no sean divinos). Pero la verdad es que solamente Dios merece adoración (cf. Isaías 42:8). ¿Son divinas las imágenes del catolicismo? ¿Merecen honra y adoración? ¡Absolutamente no! Cuando alguien se postra delante de estas imágenes, acepta obedecer voluntariamente el requerimiento de adoración del tentador.
Un ídolo es cualquier imagen honrada religiosamente que no puede corresponder tal honra
El libro de 1 Reyes narra una de las historias más interesantes del Antiguo Testamento concerniente a los ídolos. Aquí Elías retó a los profetas de un dios antiguo, Baal, a dar una demostración del “poder” de su dios. El reto consistía en preparar un altar, cortar un buey en pedazos, colocarlo sobre la leña y luego invocar a su dios para que enviara fuego del cielo y consumiera la ofrenda. El reto fue aceptado. Luego, “ellos tomaron el buey que les fue dado y lo prepararon, e invocaron hasta el mediodía, diciendo: ¡Baal, respóndenos! Pero no había voz, ni quien respondiese; entre tanto, ellos andaban saltando cerca del altar que habían hecho” (1 Reyes 18:26, énfasis añadido). Ciertamente ellos adoraron, pero Baal no pudo responder, simplemente porque no era Dios. Por otra parte, Elías preparó un altar y un sacrificio, los empapó completamente con agua, y oró a Dios Todopoderoso. Dios instantáneamente envió fuego del cielo que no solamente consumió el altar y la ofrenda, sino “aun lamió el agua” alrededor del altar (1 Reyes 18:30-38).Los defensores del catolicismo argumentan que sus imágenes sí hacen milagros (vea Cruz, 1993; Nickell, 1999), pero, ¿dónde está la evidencia de sus “milagros”? ¿Por qué los hacen “en secreto” y solamente para aquellos que profesan el catolicismo? ¿Por qué no demuestran su “grandeza”, como se demostró la grandeza de Dios cuando Él envió fuego del cielo? Si alguien hubiera preguntado a los profetas de Baal si su dios hacía milagros o podía enviar fuego del cielo, ¿qué hubieran respondido? Hubieran dicho, “Sí”. Por esta razón aceptaron el reto y suplicaron a su dios saltando cerca del altar. Pero Baal no podía realizar un milagro. ¿Pueden hoy las imágenes religiosas realizar milagros? Antes no pudieron hacerlo, y la situación no ha cambiado.
Un ídolo es cualquier imagen honrada religiosamente que no puede hacer nada
En uno de los pasajes bíblicos más ilustrativos en cuanto a los ídolos, el salmista escribió:Los ídolos de ellos son oro y plata, obra de mano de hombres. Tienen boca, mas no hablan; tienen ojos, mas no ven; orejas tienen, mas no oyen; tienen narices, mas no huelen; manos tienen, mas no palpan; tienen pies, mas no andan; no hablan con su garganta. Semejante a ellos son los que los hacen, y cualquiera que confía en ellos (Salmos 115:4-8).
¿Qué más se podría decir? Esta parece ser una descripción exacta de las imágenes que se hacen hoy con fines religiosos. ¿Pueden las imágenes del catolicismo lograr algo más que las imágenes que el salmista describió? ¿Pueden reparar sus narices rotas después de haber sido golpeadas por la pelota de algún niño? ¿Pueden limpiar su polvo, retocar su pintura o recoger el dinero que se les pone delante? ¿No les prenden velas porque las imágenes no pueden hacerlo por sí mismas? Y ¿no se las apagan porque las imágenes, aunque tienen bocas, no pueden soplarlas? ¿No les hacen procesiones y les cargan alrededor de la ciudad ya que las imágenes, aunque tienen pies, no pueden caminar o incluso tomar el primer autobús público? ¿Qué diferencia hay entre los ídolos del Salmo 115 y las supuestas imágenes “inofensivas” del catolicismo?
Un ídolo es cualquier imagen honrada religiosamente que degrada el concepto de la Divinidad
Los partidarios de la iconografía religiosa pueden continuar argumentando que sus imágenes no son ídolos porque no son representaciones de dioses falsos, sino de personas “santas” y del Dios verdadero. Pero ya hemos visto que estas imágenes también calzan en la categoría de ídolos.Se debe enfatizar otro punto importante. Al hablar a los atenienses, Pablo les exhortó: “Siendo, pues, linaje de Dios, no debemos pensar que la Divinidad sea semejante a oro, o plata, o piedra, escultura de arte y de imaginación de hombres” (Hechos 17:29, énfasis añadido). Dios no desea ser representado por conductos materiales y por imaginación de hombres. Dios desea que nosotros, como Su linaje, entendamos este hecho importante: No existe nada en este mundo—oro, plata o alguna otra cosa—que pueda compararse a Dios. Representar Su naturaleza por medios materiales es minimizar Su grandeza. Jesús también aseveró: “A Dios nadie le vio jamás” (Juan 1:18). Si nadie le vio jamás, ¿quién podría hacer una representación fidedigna de Él? ¡Esa clase de imaginación solo puede ser posible en mentes infestadas de paganismo!
Hay muchas imágenes—expresadas en fotografías de seres queridos, en el arte, en billetes de $50 o $100, etc.—que Dios no condena. Pero hay muchas otras que están proyectadas a ser representaciones “dignas” de la honra que se le debe solamente a Dios. Los cristianos fieles deben guardarse de los ídolos (1 Juan 5:21).
REFERENCIAS
Diccionario Cofrade (2005), [En-línea], URL: http://es.catholic.net/ comunicadorescatolicos/530/1225/ articulo.php?id=16946.
Diccionario de Sinónimos y Antónimos Espasa (1996), (Espasa Calpe, S.A.; Microsoft Corporation).
Diccionario Webster del Nuevo Mundo del Lenguaje Americano [Webster’s New World Dictionary of the American Language] (1964), (Nueva York: The World Publishing Company).
Nickell, Joe (1998), En Busca de un Milagro: Íconos que Lloran, Reliquias, Estigmas, Visiones y Sanidades [Looking for a Miracle: Weeping Icons, Relics, Stigmata, Visions & Healing Cures] (Amherst, NY: Prometheus Books).
O’Brien, Thomas, ed. (1901), Un Catecismo Avanzado de la Fe y Práctica Católica [An Advanced Catechism of Catholic Faith and Practice] (Nueva York: D.H. McBride & Company).
Pearsall, Judy, ed. (2002), Diccionario Inglés Conciso Oxford [Concise Oxford English Dictionary] (Oxford, NY: Oxford University Press).
Porvaznik, Phil (2007), “Un Estudio sobre Difamaciones Católicas” [“A Case Study in Catholic Bashing”], [En-línea], URL: http://www.bringyou.to/apologetics/num4.htm.
Rojas, Guido (2000), “Ídolos e Imágenes Sagradas”, [En-línea], URL: http://defiendetufe.org/imagenes_e_idolos.htm.
Zavala, Martín (2000), “Imágenes e Ídolos”, [En-línea], URL: http://www.defiendetufe.org/idolos.htm.
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