Hermanos, no hablen mal de los demás. El que habla mal del otro, o lo critica, es como si estuviera criticando y hablando mal de la ley de Dios. Lo que ustedes deben hacer es obedecer la ley de Dios, no criticarla.
Dios es el único juez. Él nos dio la ley, y es el único que puede decir si somos inocentes o culpables. Por eso no tenemos derecho de criticar a los demás.
Santiago 4:11-12 BLS
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