"...le estoy ofreciendo a mi Dios esta oración, teniendo mi lengua medio muerta pero mi mente perfecta ...
Oh Señor, ten misericordia de mí. No vayas a juzgar mis innumerables pecados. Perdona, de modo especial, los pecados que el mundo no puede reprobar. Durante los días de mi juventud, en mis años maduros, y hasta la hora presente he pasado muchas batallas. Me doy cuenta de que en mí no hay nada más que vanidad y corrupción. Oh Señor, solo tu conoces los secretos del corazón del hombre.
Recuerda por favor, que los pecados que he mencionado no hay uno solo con el cual me haya quedado complacido. Cada vez que me acuerdo de ellos, me siento apenado; mi hombre interior los detesta profundamente. hora lloro por mi corrupción. lo único que puedo hacer es apoyarme en tu misericordia".
JUAN KNOX
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